El primer día de este curso escolar tuvimos una bienvenida muy emocionante, nuestra compañera Pilar Espejo nos había preparado una dinámica de grupo que marcan una línea de trabajo este curso hacia el mindfulness. La actividad consistía en que cada miembro del EOE teníamos un regalo, lo abrimos y resultó ser una maceta para cada uno con un mensaje que recoge los diez meses del curso escolar asociado a un valor cada uno, por ejemplo el del mes de septiembre es el compañerismo, el mes de enero es ilusión, el mes de marzo, serenidad, junio es diversión... De esta forma, cada uno de nosotros tenemos un mes asignado en el que vamos a proponer actividades para favorecer ese valor.
Esa fue una bonita manera de poner la semilla de un curso en el que buscamos el bienestar.
Aquí os dejamos algunas propuestas para llevar a cabo en el aula, partiendo siempre de la importancia de dedicar un tiempo semanal para estas actividades, es decir, asegurar que el bienestar emocional y social de los alumnos sea una prioridad.
Contar un problema y abrir el espacio para hablar de cómo te has sentido y afrontarlo:
- Objetivo: Crear un ambiente seguro donde los alumnos puedan expresar sus emociones, preocupaciones o conflictos.
- Desarrollo:
- En una asamblea o momento de reflexión, uno o varios alumnos pueden compartir alguna situación difícil que hayan vivido. El objetivo es que describan el problema y cómo se sintieron durante ese momento.
- Tras la narración, el docente abre un espacio para que los demás alumnos compartan cómo creen que se podría haber afrontado la situación o cómo ellos se hubieran sentido en una situación similar.
- Este tipo de dinámicas fomenta la empatía, la escucha activa y el desarrollo de habilidades sociales y emocionales.
Tarjetas de las 6 emociones básicas:
- Objetivo: Ayudar al alumnado a identificar y expresar sus emociones de manera efectiva.
- Desarrollo:
- Se preparan tarjetas con dibujos o palabras que representan las 6 emociones básicas (alegría, tristeza, enfado, miedo, sorpresa y asco).
- Un alumno selecciona una tarjeta al azar y debe representar la emoción sin hablar (a través de expresiones faciales y gestos).
- El resto de los alumnos intenta adivinar qué emoción está representando.
- Después, se abre un diálogo para hablar de situaciones en las que los alumnos hayan experimentado esa emoción, cómo la gestionaron, y qué podrían haber hecho diferente. Esto promueve la autoexpresión y la empatía.
Caja de los secretos (buzón anónimo):
- Objetivo: Proporcionar un espacio donde los alumnos puedan expresar sus preocupaciones de forma anónima, fomentando la confianza y el respeto.
- Desarrollo:
- Se coloca un buzón en el aula donde los alumnos pueden escribir y depositar sus problemas, inquietudes o cosas que les preocupan de forma anónima.
- El docente puede abrir el buzón una
vez a la semana y, en un ambiente de respeto y confianza, leer alguno de los problemas planteados, abordando los temas desde una perspectiva grupal sin señalar a nadie. - Esta dinámica permite que los alumnos se sientan escuchados y ayuda al docente a detectar posibles problemas en el aula.
Los 4 pasos para la resolución de problemas:
- Objetivo: Enseñar a los alumnos a reflexionar sobre sus conflictos y cómo gestionarlos de manera efectiva.
- Desarrollo:
- Se establece una rutina en el aula para resolver conflictos utilizando los siguientes cuatro pasos:
- Qué ha pasado: Descripción objetiva del conflicto.
- Qué he pensado: Reflexión sobre los pensamientos que surgieron en el momento.
- Qué he sentido: Identificación de las emociones que aparecieron.
- Cómo podría haber actuado: Búsqueda de alternativas a la acción o reacción que se tuvo.
- Los alumnos pueden utilizar esta metodología para resolver conflictos entre ellos o para reflexionar sobre situaciones difíciles que vivieron fuera del aula.
- Se establece una rutina en el aula para resolver conflictos utilizando los siguientes cuatro pasos:
Bote de las cosas positivas:
- Objetivo: Fomentar una actitud positiva y de gratitud entre los alumnos.
- Desarrollo:
- Cada alumno tiene un pequeño bote en su mesa.
- A lo largo de la semana, pueden escribir en papelitos pequeños las cosas positivas que les han sucedido o los momentos por los que se sienten agradecidos, y los meten en el bote.
- Al final de la semana, se dedica un tiempo a abrir los botes y compartir algunas de esas experiencias con los compañeros.
- Esto crea un ambiente de gratitud y ayuda a los alumnos a centrarse en los aspectos positivos de su vida diaria.
Respiración y relajación después del recreo:
- Objetivo: Ayudar a los alumnos a calmarse y prepararse para el aprendizaje después del recreo.
- Desarrollo:
- Después del recreo, se dedica entre 3 y 5 minutos a ejercicios de respiración profunda o a una breve sesión de relajación guiada.
- Los alumnos pueden aprender a inhalar profundamente por la nariz y exhalar lentamente por la boca, o pueden escuchar una breve historia relajante mientras cierran los ojos.
- Este momento de pausa ayudará a regular sus emociones y mejorar la concentración en el resto de las actividades escolares.
Diario de la gratitud:
- Objetivo: Fomentar la gratitud y la reflexión personal entre los alumnos.
- Desarrollo:
- Cada alumno tiene un cuaderno donde, al final del día o de la semana, escribe 3 cosas por las que se siente agradecido.
- Pueden compartir una de esas cosas con el resto de la clase, si lo desean, o mantenerlo en su diario personal.
- Esta actividad ayuda a los alumnos a centrarse en lo positivo y desarrollar una actitud de agradecimiento hacia los demás y hacia sus propias experiencias.
Estas propuestas crean un ambiente de respeto, empatía y reflexión, facilitando el desarrollo de habilidades socioemocionales fundamentales para el bienestar integral del alumnado. Esperamos que os puedan servir de ayuda y las pongáis en práctica.
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